El Claustro de la Universidad de La Laguna conoció hoy viernes 15 de mayo el estado de la liquidación de cuentas del ejercicio de 2008, un documento que ya contaba con el visto bueno del Consejo de Gobierno y del Consejo Social. Este informe ha puesto en evidencia la importante reducción del déficit acumulado de la institución académica, que se cerró con 440.033 euros, los cuales, frente al déficit de más de cinco millones con el que finalizó 2007, supone una reducción de las cuentas negativas de más de cuatro millones y medio de euros.
Este hecho, que coloca al centro académico en una situación bastante saneada, fue celebrado por la mayoría de los grupos claustrales, quienes solicitaron al gerente, Francisco Calero, que continúe con el rigor presupuestario pero que a la vez dé paso a nuevas políticas.
Así, el grupo claustral PAS en Acción felicitó al gerente, al tiempo que añadió que pese al superávit teórico inicial, existe déficit en la plantilla. Por su parte, IEC hizo notar que los gatos de personal son muy elevados. En su opinión, en materia de seguridad se están derivando fondos de esta partida para cubrir las reuniones de órganos colegiados de gobierno.
Por su parte, LIGA hizo hincapié en el comienzo de una nueva época. Después de muchos esfuerzos hemos llegado a una situación económica saneada. Eso no sólo es una buena noticia, sino además una obligación para una administración pública. Por ello, se tiene que mantener el mismo rigor sobre el control presupuestario, pero también debemos poner en marcha nuevas políticas, porque lo que no tiene sentido es tener una universidad que tenga superávit, con la cantidad de necesidades que tenemos.
El grupo de alumnos de AMEC tiene una visión bien distinta de la situación y, de hecho, pidió el cese del gerente, para inmediatamente hablar de las causas de la crisis económica mundial y la, a su juicio, pasividad con la que tanto esta universidad como el Gobierno de Canarias están afrontando la crisis. Pedimos la retirada del plan Bolonia y la salida de empresas de la universidad, la puesta en marcha de un fondo de urgencias para los estudiantes necesitados y la rebaja inmediata de las tasas y precios públicos, y también de alojamiento, señalaron.
El portavoz de Programa para una Universidad Canaria destacó que el superávit inicial de cinco millones fue utilizado para paliar el déficit acumulado de la institución, y apuntó la posibilidad de que se podría haber reducido la mitad de este déficit y dejar el resto para pagar otras cuestiones. Si volvemos a tener un superávit de cinco millones es que no hemos hecho nada con él, así que habrá que ver cómo solucionamos esto y presupuestar adecuadamente, aconsejó.
Por su parte, el portavoz de Renovación Convergente felicitó nuevamente la labor llevada a cabo por la Gerencia y todo su equipo económico, al tiempo que comentó que ha llegado la hora de construir un nuevo futuro.
No al Defensor Universitario
El Claustro no pudo debatir hoy la elección del Defensor Universitario, al no existir acuerdo entre los grupos claustrales, algunos de los cuales alegaron momentos de poca oportunidad, según destacó al comienzo de la sesión el rector, Eduardo Doménech, quien se vio obligado a retirar el punto del orden del día. El rector expresó su malestar por la falta de acuerdo, e indicó que el consenso es una cuestión fundamental para nombrar al Defensor Universitario.
Este hecho, que coloca al centro académico en una situación bastante saneada, fue celebrado por la mayoría de los grupos claustrales, quienes solicitaron al gerente, Francisco Calero, que continúe con el rigor presupuestario pero que a la vez dé paso a nuevas políticas.
Así, el grupo claustral PAS en Acción felicitó al gerente, al tiempo que añadió que pese al superávit teórico inicial, existe déficit en la plantilla. Por su parte, IEC hizo notar que los gatos de personal son muy elevados. En su opinión, en materia de seguridad se están derivando fondos de esta partida para cubrir las reuniones de órganos colegiados de gobierno. Por su parte, LIGA hizo hincapié en el comienzo de una nueva época. Después de muchos esfuerzos hemos llegado a una situación económica saneada. Eso no sólo es una buena noticia, sino además una obligación para una administración pública. Por ello, se tiene que mantener el mismo rigor sobre el control presupuestario, pero también debemos poner en marcha nuevas políticas, porque lo que no tiene sentido es tener una universidad que tenga superávit, con la cantidad de necesidades que tenemos.
El grupo de alumnos de AMEC tiene una visión bien distinta de la situación y, de hecho, pidió el cese del gerente, para inmediatamente hablar de las causas de la crisis económica mundial y la, a su juicio, pasividad con la que tanto esta universidad como el Gobierno de Canarias están afrontando la crisis. Pedimos la retirada del plan Bolonia y la salida de empresas de la universidad, la puesta en marcha de un fondo de urgencias para los estudiantes necesitados y la rebaja inmediata de las tasas y precios públicos, y también de alojamiento, señalaron.
El portavoz de Programa para una Universidad Canaria destacó que el superávit inicial de cinco millones fue utilizado para paliar el déficit acumulado de la institución, y apuntó la posibilidad de que se podría haber reducido la mitad de este déficit y dejar el resto para pagar otras cuestiones. Si volvemos a tener un superávit de cinco millones es que no hemos hecho nada con él, así que habrá que ver cómo solucionamos esto y presupuestar adecuadamente, aconsejó.
Por su parte, el portavoz de Renovación Convergente felicitó nuevamente la labor llevada a cabo por la Gerencia y todo su equipo económico, al tiempo que comentó que ha llegado la hora de construir un nuevo futuro.
No al Defensor Universitario
El Claustro no pudo debatir hoy la elección del Defensor Universitario, al no existir acuerdo entre los grupos claustrales, algunos de los cuales alegaron momentos de poca oportunidad, según destacó al comienzo de la sesión el rector, Eduardo Doménech, quien se vio obligado a retirar el punto del orden del día. El rector expresó su malestar por la falta de acuerdo, e indicó que el consenso es una cuestión fundamental para nombrar al Defensor Universitario.
Fuente: Gabinete de Prensa - Universidad de La Laguna
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