En los tiempos que corren, los ránking se han convertido en espejos de muchas realidades que han pasado desapercibidas durante años. Esta jerarquización no suele ser benévola con las universidades canarias. Tampoco la que recientemente ha publicado la Universidad de Granada sobre el potencial investigador de las instituciones públicas de educación superior en el país. Según se desprende de este estudio, la ULL es el último centro en I+D+i (Investigación, Desarrollo, Innovación).
Este ránking está encabezado por la Universidad Pablo de Olavide, seguida de la Universidad Miguel Hernández, la Pompeu Fabra y la Universidad Rovira i Virgili. Tal como era previsible, este ránking se relaciona con los tramos de investigación y con los artículos en revistas del JCR (revistas internacionales), lo cual tiene lógica, pues estos últimos son en gran parte resultado de los proyectos de investigación I+D. En este caso, la Universidad de La Laguna aparece en el puesto número 41 en relación a las 48 universidades existentes. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria tampoco puede hacer gala de datos mucho mejores: es la penúltima institución en todo el territorio nacional.
Estos datos se apoyan en otra comparativa efectuada por el comité encargado del informe: las cifras de artículos ISI (proporción de artículos publicados en revistas indexadas en el Institute for Scientific Information en el año 2008) vuelve a evidenciar las carencias de los centros de las Islas. La Pompeu Fabra es la primera, la ULPGC la última y la ULL se ubica en el puesto 41 entre un total de 48.

Si se toman las tesis doctorales como indicador, la ULL cae hasta el puesto 43. La de Las Palmas en este caso se coloca en el número 32; la Complutense, la Miguel Hernández y la Autónoma de Barcelona son líderes en este aspecto. En cuanto a los doctorados por mención de calidad, el resultado no es mejor. El centro de Aguere sólo es capaz de elevarse hasta el puesto 45 y la de Las Palmas escala algo más, hasta el 42.
El informe toma numerosos indicadores de cara a valorar la capacidad investigadora de los centros. La ULL y la ULPGC siempre sitúan a la cola y, en el cómputo general, ocupan los dos últimos puestos. Esta situación muestra un escenario preocupante si se tiene en cuenta, como destaca el estudio, que "la investigación no sólo aporta prestigio y relevancia académica a una universidad, sino que además es una de las principales vías de financiación". Un aspecto que, con la llegada del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y la creciente competitividad de la educación, se volverá más relevante. El informe precisa que ante el contexto actual, "las universidades deben hacer especial hincapié en gestión y la transferencia del conocimiento". Una situación a la que se podría llegar reduciendo la carga de trabajo de los investigadores o impulsando complementos de excelencia docente. El objetivo de este estudio fue analizar la productividad científica en investigación de las universidades públicas utilizando criterios acordes con la evaluación de la investigación en España. Para ello, en primer lugar se realizó un informe para establecer el peso de los indicadores. La muestra estuvo compuesta por 1.341 profesores universitarios, de los cuales el 68% son Profesores Titulares de Universidad y el 32% Catedráticos de Universidad. La selección se realizó por fijación proporcional por áreas de conocimiento y al azar dentro de cada área. La muestra es representativa con un nivel de confianza del 97%. En segundo lugar, se analizó la producción científica en función del tamaño de la universidad para cada uno de los indicadores.
Fuente: Diario de Avisos - 2 de Marzo de 2009